martes, 5 de marzo de 2013

Rencor.


La idea esencial era volver a saber sobre ella, su voz o un retazo de imagen que reflejara lo que alguna vez fueron cuando estaban juntos. Lo que fuera para poder armar ese rompecabezas que conformó alguna vez la relación retorcida que supo forjarse durante 4 años hasta ese final violento.
Marcos apelaba a la escritura, como si fuera la espada de Dámocles contra Laura para volver a reconstruir ese laberíntico mundo que alguna vez los llevó a una vorágine de besos y escapadas de la frustrante realidad.
Empieza sentándose en el escritorio de "escribir" aquel que solo fue una herramienta de un sueño infructuoso que gestaba un prominente escritor con ínfulas de éxito prematuro. Agarra una birome mordísqueada víctima de la falta de ideas en sus supuestos días de gloria que en verdad no fueron tales.
"Querida Laura" era la evidencia de su falta de imaginación a la hora de despertar interés bajo un supuesto precepto de la novedad. Varias editoriales le remarcaron esto, mismo los correctores que sintieron que si no fuera por la paga adelantada, estarían perdiendo tiempo en un papel garabateado.
"Querida Laura: Cómo estás? Hace un año que no sé nada de vos y realmente me preocupa tu bienestar. Se que estás tan lejos de mi que ni siquiera el sol te llega de lleno a tu piel. Quiero que sepas que te perdono por más que mi corazón se agrieta con tu traición. Con el tiempo supe entender que tus caricias si se condecían con tus brutales desplantes hacia mi persona, mi ego era solo una forma de defenderme de tan avasallante personalidad que podía seducir a cualquier hombre que se le cruzara en el camino.Pero sé que vas a volver, estos 2 años separados solo aumentaron tu atracción hacia mi persona; sé que soñaste con volver a rodear tus brazos en mi cintura y besar el resto de mi cuerpo. También sé que estás comiendo todos los días lo mismo ya que la desidia te dominó al extrañarme tan profundamente. Tal vez deberías recluirte a dios como hace tanta gente de tu entorno actual, o volver a estudiar como una falsa premisa de progreso, pero te recomiendo definitivamente que vuelvas a pensar en mi como una opción de redención a una nueva vida.
Te doy esta oportunidad porque te amo, adios"
Conforme con lo escrito, Marcos se arrima al buzón de la esquina de su casa y deja la carta sin pensarlo dos veces. Después de una caída (que pareciera infinita) por los confines del torso de metal del buzón, finalmente el mensaje despechado llega a destino de envío. Con una sonrisa extasiada, se dirige a su casa sabiendo que después de este acto era inevitable una respuesta de Laura ya que sus palabras fueron decididas y llenas de prejuicio.
La semanas siguientes fueron de ansiedad, Marcos se asomaba desde el pasillo hasta el confín de la puerta para ver si por debajo de ella había aparecido el bendito papel que generaba una replica. Un día mientras estaba embriagándose con el exceso de enjuage bucal, llega a avizorar la carta de respuesta, lo cual le produjo tragarse todo el líquido mentolado e insultar al aire.
Agarra la carta y la rompe con los dientes mientras se arrogaba la expectativa de no haber dañado el mensaje con este acto desesperado.
"Querido Marcos: Querés perder el otro brazo? Cuando salga puedo hacerte ese favor. Atte Laura"
Marcos deja la carta a un costado y refunfuña al ver el dorso del sobre. "Penal de mujeres de Ezeiza"
Resopla mientras piensa "tal vez 2 años no fueron suficientes".

***

Pasaron 10 años desde que escribí ésto. No lo considero autobiográfico, por suerte, pero si una mirada crítica a las relaciones humanas donde prima el concepto de desigualdad de géneros; algo que sigue muy vigente en nuestra sociedad.

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